Santiago Alba Rico habla sobre la granada lanzada a un centro de menores. «Desde hace un mes vivimos en otro país, uno nuevo que voltea el que parecía estar fraguándose a partir del 15M y que convierte la España tolerante, solidaria, anti racista, feminista, fresca y olvidadiza en la que creíamos vivir en una España de otro tiempo»
https://www.eldiario.es/tribunaabierta/pais_6_970862924.html
Com tots hem pogut observar en els telediaris, periòdics… A principis del mes de Decembre, en una centre de menors de Madrid on la gran part dels que resideixen son menors extrangers no acompanyats, es va trovar en el jardí una granada però sense explotar. D’acord a aquest acte, s’ha acusat a Vox de ser ells qui l’han llançat, ja que segons fonts de dins del centre en la matinada va entrar un home i va dir «ahora empezará la nueva España».
Aquest acte i molts més, han surgit o s’han propiciat a causa de l’accés de Vox al parlament. Abans (segur que hi havia gent quecompartia aquests valors) no estaven recolzats per ningún partit polític però ara sí, i és Vox. Tots aquests actes de racisme, xenofòbia, homofòbia… Han de ser llevats de la societat ja que no fomenten una bona relació entre ciutadans. La pujada de Vox ha fet que les persones partidàries a ells, en molts casos, no tinguen por dels actes que realitzen ja que en certa mesura es senten protegits per aquet partit.
Personalment, crec que la gent que pensa i està d’acord amb els valors que «aporta» Vox se’ls haurien de quedar per a ells, ja que per molt que estiguessem en una democràcia hi ha certs valors que no es poden fomentar de cap de les maneres si volem una societat moderna, justa….
Realment aquesta notícia és molt impactant, pel fet de vorer com a mesura que partits com VOX han arribat al parlament, conductes com aquesta racistes i xenòfobes han anat donat-se cada vegada més i més. Aquestes són actituds que avanç no es donaven, en tan gran mesura, no dic que no es pensaren, però almenys ningú es sentia capaç de dur-les a terme. Ara això a canviat, ara hi ha un partit que dóna suport a les persones que pensen així i a més a més fomenta actituds com aquestes amb els seus discursos d’odi.
Partits com aquests junts amb mitjans de comunicació que estan de part de l’extrema dreta, sols ens contaran una part de la història i intentaran ocultar la veritat, minimitzant les critiques, dient que es desvinculen de l’atac i fent veure que eixa granada que va caure en el pati d’un centre de menors no acompanyats, tan estrangers com no, no podia explotar, perquè no tenia espoleta. Però el fet no és si finalment va explotar o no, el fet és pel motiu que es va realitzar, per acovardir a uns menors si, però també podria haver-se realitzat per a posar fi a les seues vides. Siga pel motiu que siga finalment, eixe acte porta un missatge darrere d’ell i és un missatge d’odi que em deixate que partits nous ultraconservadors fomenten.
Aquest cas es va donar a principis de Desembre i ara cap a finals torna aparèixer altre cas en Múrcia on va aparèixer a la porta d’un altre centre de menors migrants un fals artefacte explosiu el qual es tractava d’una garrafa amb un cartell que posava, acetona, amb uns cables i una especie de temporitzador. Justament quant pocs dies avanç estaven fent un acte a les portes del centre criticant als “mena”.
Està clar que vivim en una societat molt diversa i democràtica que això al mateix temps és el que ens enriqueix, però pensaments, valors, actituds com el que es defensen en partits d’ultra dreta, estan atemptant contra els drets i la llibertat de gran part de col•lectius.
Fet com aquests ens fa retrocedir en el temps i dóna molt en què pensar. Aquest primer acte en Hortaleza ha produït una reacció similar, per lo que hi ha perill d’imitació.
Aquest es el enllaç de la noticia de Múricia per si es del vostre interès. https://www.lasexta.com/noticias/sociedad/colocan-falso-artefacto-explosivo-puertas-centro-menores-migrantes-murcia_201912255e03c73a0cf2be3d32add993.html
En este artículo podemos ver como desde el auge de partidos como Vox se están normalizando actitudes que quizá antes existían pero estaban escondidas ya que eran pensamientos de los que avergonzarse. De un tiempo a esta parte se puede observar como personas públicas hacen comentarios racistas, machistas,lgtbifobos quedando impunes, y enorgulleciéndose de eso y creo que desde la educación social tenemos un papel fundamental para paliar esto.
Nuestra profesión debe transformar, debe luchar por lo que cree justo, empezando por pequeños actos, por ejemplo, leyendo esta noticia se me ocurre la deshumanización con la que tratamos a los menores que habitan este tipo de centros, con el calificativo MENAS quitamos la importancia a lo que realmente son, personas. Este es uno de los pequeños pasos que nosotras como futuras profesionales de la educación podemos dar, cambiar el lenguaje, pero no solo el nuestro, corregir a los demás cuando traten a estos menores como un simple calificativo, o, con otro ejemplo cuando se invisibilice a las mujeres hablando únicamente en masculino. El lenguaje construye el mundo que nos rodea, y como profesionales dela educación debemos empezar a cambiarlo para comenzar a dar pequeños pasos, para visibilizar y dar cabida a todas las personas y particularidades.
L’entrada de vox al govern implica, des del meu punt de vista, un dels esdeveniments més antidemocràtics que he pogut presenciar en la meua vida.
Estic molt d’acord quan al text diu «no hay que olvidar que los votantes «reprimidos» que han votado a Vox antes votaban otra cosa o se abstenían». Tot i que és cert, hi ha una gran diferència, i aquesta radica en què des que Vox és la tercera força política i està al parlament, el seu discurs ple d’odi i que va en contra de tots els drets humans, està legitimat perquè forma part del discurs públic i està recolzat per les institucions polítiques.
La presència de Vox a la política actual implica l’emblanquiment del fascisme, un fascisme que s’ha instaurat al panorama polític i que permet que els seus pensaments es puguen estendre socialment, pel que actes vandàlics com el llançament d’una granada al centre de menors d’estrangers no acompanyats, tristament podran ser justificats i normalitzats, el que implica un retrocés descomunal educacional i social.
El hecho acaecido en el centro de menores de Hortaleza de Madrid supone la materialización del auge de partidos fomentadores del odio en España. Tal y como señala el autor del artículo, Santiago Alba, no hay que lamentar daños, pero no por ello se debe minimizar la gravedad de lo sucedido. Todo lo contrario. Que se haya dado este suceso debería ponernos a todas en alerta. No estamos hablando de una manifestación en contra de la llegada de menores inmigrantes -acontecimientos que deberían suponer ya el primer toque de atención- sino de una granada. Un arma. Lanzada a un centro lleno de niños y niñas. Niños y niñas solxs que, en su mayoría, se han visto obligadxs a abandonar sus hogares por culpa de la guerra. Llegan a España, después de atravesar cientos de kilómetros viviendo experiencias que ni siquiera somos capaces de imaginar. Y una vez en España, Europa, tierra de oportunidades, solo reciben odio en forma de aquello de lo que han estado huyendo.
Coincido con el autor cuando dice que los tres millones y medio de votantes de Vox “no son ideológicamente fascistas”, si bien defienden diferentes valores alejados de aquellos que velan por la libertad y la justicia para todos los seres humanos. Creo que la desinformación y los medios de comunicación han jugado un papel fundamental en lo sucedido, por lo que considero que todavía se puede hacer algo, girar el rumbo de la sociedad en que vivimos. Necesitamos despertar el espíritu crítico de las personas, de todas nosotras, y más todavía de aquellas que optan por escoger la papeleta del racismo, de la xenofobia, de la homofobia, del machismo. Solo viendo más allá de lo que nos cuente un señor con traje o una presentadora de televisión seremos capaces de acabar, de una vez por todas, con sucesos como estos.
A partir de este articulo podemos observar como en los últimos tiempos ha habido un giro en los acontecimientos en España, en la cual se veía como en el resto de Europa ha habido un auge de los partidos de ultra derecha, pero que hasta las pasadas elecciones se pensaba que aquí eran simplemente 4 personas sueltas, y como pudimos ver con la entrada de un partido como VOX en el parlamento no son 4 personas sueltas, son muchas y con la entrada en el parlamento se han visto con fuerza para realizar actos como este, en el cual actúan sobre una minoría desprotegida, la cual ha sido varias veces señalada por el líder del partido político.
La llegada de este tipo de partidos políticos al parlamento es mas grave de lo que parece a simple vista, ya que muestra el resultado del blanqueamiento al fascismo que se vive en el país, desde hechos como que hasta hace unos meses la tumba y el monumento a un dictador hayan sido un destino turístico, o la aparición de Santiago Abascal, del partido VOX, en un programa como «el Hormiguero», un programa de entretenimiento el cual es lo mas visto en la televisión en su horario, es una muestra como a través de los medios de comunicación y desde otros partidos políticos no se les da a los años del franquismo y al fascismo la importancia que tienen, sino que suavizan su impacto y camuflan sus problemas, sin intentar profundizar los datos que se utilizan ,malinterpretándolos, para señalar a diferentes colectivos.
Que un partido político que apoye unos valores que pertenecen extremadamente a la ideología política de la derecha no es lo que más preocupa, ya que todas las opiniones son respetables en este mundo, lo que preocupa es que exista un porcentaje alto de personas que acompañen y compartan esos valores como para que este partido político obtenga su lugar en el congreso y que haya sido la tercera fuerza política, así pues se ha llegado a este punto en el cual hace mención esta noticia de haber encontrado un explosivo que anteriormente había sido lanzado por una persona como para «defender» que empezaría la nueva España, llegados a este punto estas personas son las que deberían replantearse cuales son sus valores y porque llegan a tal punto de tener que denigrar los derechos de otras personas creiendose superior a ellas.
Nos encontramos actualmente en un país en el que, en mi opinión, están apareciendo más radicalismos que antes. Tal vez, como aparece en el artículo, éstos ya existieran anteriormente, pero eran reprimidos u olvidados en unas minorías que no se manifestaban notoriamente. Ahora han encontrado el contexto y la «libertad» que buscaban para hacerlo público, y, además, querer exponerse e imponerse a lxs demxs como la gran alternativa que necesita el país. Me he encontrado en más de una ocasión en las que he tenido que encajar comentarios como «Yo voto a Vox, ¿tú no? Eso es que no lo estás entendiendo. La gente dice muchas cosas que no son verdad.» Quedan estancados en el amor por el país y por lo tradicional, pensando que la izquierda sólo quiere dividir y destruir, porque de esos comentarios se han nutrido, y porque de ese odio (a veces inventado, a veces motivado) a España por parte de la izquierda es totalmente real y aterrador para ellxs, y por eso deben luchar contra él. Creo que deberíamos enfocarnos a la reflexión, todxs, unxs más que otrxs, pero todxs aún así. Porque he vivido extremos de los dos lados, porque el odio genera odio, y el incesante crecimiento de los partidarixs de Vox asusta, y genera más odio en el otro «bando». Creo muy importante no caer en el uso de la violencia y de la provocación porque es exactamente eso lo que busca la ultraderecha, una escusa, el momento de decir «¡Solo nos estamos defendiendo!» Es hora de reflexionar, hablar y hacer comprender al otrx que todxs queremos lo mejor para nuestro país.
Tras la lectura del artículo de Santiago Abal Rico, ha sido imposible no sentir rabia e impotencia ante el propio suceso ocurrido en el centro de menores de Hortaleza, en Madrid.
Es increíble como en pleno siglo XXI ocurren acontecimientos de este calibre, y lo más importante es que como sigamos de esta manera, puede que esta serie de sucesos, que la gran mayoría de la población no desea, vayan en aumento.
Es sorpréndete también el crecimiento, en España, de los partidos radicales o extremistas, sin ir más lejos tenemos el claro ejemplo de VOX, con su líder Santiago Abascal, y como a través de estos partidos se actúa sobre la minoría desprotegida, siendo este el caso de los MENAS o de las personas inmigrantes, y se normaliza este tipo de actos.
Mes gustaría destacar la siguiente frase del artículo: “No hay que olvidar que los votantes «reprimidos» que han votado a Vox antes votaban otra cosa o se abstenían; y en las encuestas sentían vergüenza de mostrarse machistas o racistas; y hasta se sentían buenos y orgullosos de creerse tolerantes y modernos.” Es aterrador como el apoyo de los partidos más extremistas cada vez va más en aumento, su número de votantes no es que sea precisamente escaso, como antiguamente, que probablemente sí que había personas que apoyaban dichos movimientos pero no eran tan visibles, o simplemente se ocultaban por vergüenza, por ser minoría. Votantes que fomentan este tipo de sucesos, como en ocurrido de Hortaleza.
Desde la educación social, evidentemente no podemos hacer que esta serie de actos acaben en un periodo de corto plazo, pero lo que sí que podemos hacer es educar a la población para que sean conscientes de la situación existente y que poco a poco, aunque se tenga un resultado a largo plazo, que por lo menos se hayan reducido en número de casos con referencia al tema, o que por ejemplo el desprecio que algunas personas utilizan para hablar sobre las personas inmigrantes o los jóvenes en los centros ,se reduzca.
Tras la lectura de esta noticia me h parado a reflexionar y hacerme una pregunta: »¿en que nos estamos convirtiendo?». Estamos dejando que se ataque a menores y digo ataque porque esta vez ya no se han quedado en el simple (aunque importante) rechazo hacia personas inmigrantes, sino que, se ha atacado a esx niñxs, se les ha tirado una granada, un arma de fuego contra unxs niñxs que llegan a España con la esperanza de huir de la guerra de sus países y se encuentran en España con rechazo y puertas cerradas y ahora hasta con ataques terroristas hacia ellos. Si, ataques terroristas porque se les ataca con el propósito de crearles terror y miedo.
Desde mi puntos vista, estos pensamientos llevan presentes mucho tiempo en determinadas personas pero ha sido ahora, con el auge de determinados partidos de extrema derecha, y viendo el apoyo que estos partidos tienen, cuando han decidido exponer sus pensamientos. El problema no viene cuando se exponente esos pensamientos, sino cuando no se respeta a esas personas y cuando limita su libertad, libertad cono derecho que todo humano tiene que tener. Es respetable que cada persona tenga sus pensamientos y se sienta respetado por una u otra ideología, pero algo básico para que un país funcione es el respeto de todas las personas q pertenece a ese país. Un país puede tener muy buena economía pero, sin una sociedad que se entienda y que se respete, el país no prospera.
Todxs nosotrxs, lxs ducadorxs sociales tenemos que luchar contra todas estas actitudes xenófobas, machistas, racistas,etc que azotan nuestra sociedad. Tenemos que cambiar, evolucionar y dejar atrás todo lo que nos limita, es un pilar básico de nuestro trabajo fomentar el respeto y la libertad.
Que el partido de extrema derecha Vox, no condene un acto tan grave como el lanzamiento de una granada a un centro de menores de Hortaleza en Madrid, que por suerte no ha causado daños personales, pero que podría haberlos causado, no debería extrañarnos a nadie conociendo el odio y rechazo que esta formación profesan a los emigrantes, y su discurso cargado de xenofobia dirigido a dicho centro. Lo que sorprende es como utilizan esta noticia para limpiar su imagen de racismo extremo acusando a un emigrante magrebí de ser l autor material de los hechos.
Desgraciadamente la extrema derecha a llegado y parece ser que para quedarse, si no logramos evitarlo. Tenemos que ser capaces de encontrar los argumentos necesarios para convencer a ese sector de la sociedad que ha decidido que así sea.
En primer lugar quiero mencionar el papel de los medios de comunicación en este caso. Cuando vi la noticia en la tele, duró apenas 20 segundos, unos segundos insignificantes para el gran impacto que provocó en mi persona. Me cuesta entender como algo tan grave se le dio tan poca repercusión. ¿Era necesario que explotara y que hubieran víctimas para informar sobre el problema? La realidad es la siguiente, con Vox hay un constante auge de violencia y odio en este país, un odio anteriormente avergonzado pero ahora llevado con orgullo por tener un representante político.
Pienso, tal y como dice el autor, que una de las principales causas de que Vox esté en el congreso han sido los medios de comunicación. A mi parecer no me resulta nada adecuado y mucho menos ético, “darle bola” a una ideología política que promueve el odio a otras personas, que dice que no hay violencia machista, y que se pasa por el forro principios fundamentales de los derechos humanos. En el momento que se lleva a Santiago Abascal a un programa tan visto como es El Hormiguero, o en el momento en que aparece en las noticias más de 20 segundos, se fomenta que gane votos. Y es aquí donde aquellos que se podían sentir avergonzados por votar a este partido deshumanizado ahora se sienten representados, fuertes y orgullosos. Lo que conlleva a actos como este, tirar una granada en un centro de menores, como si España estuviera en guerra. Lo que más pena me da es como se está normalizando este movimiento, que se trata como algo normal y democrático. No sé a qué están esperando los medios e incluso la gente, para desenmascarar la careta supuestamente “democrática” de este partido. No quiero que sea demasiado tarde.
Cuando esta noticia apareció en los medios de comunicación, desgraciadamente no me sorprendió la poca repercusión mediática que tuvo, mientras que a noticias banales como las de la vida privada de los deportistas, son motivo de dedicación de la mitad del telediario, una vez más, España.
Se ha llegado a un punto en el que se hacen oídos sordos a los problemas reales, quizás porque a los agentes de poder no les interesa que se cuestionen las cosas ni se de opción de transformarlas. Cuanto más luchan las personas por el progreso social, más hostil se vuelve la parte de la población intolerante y conservadora. De aquí que estos últimos años, como menciona el artículo, muchas personas que se avergonzaban de su ideología, y se identificaban con los partidos de derecha comunes, ahora se han destapado, reconociendo su posición dentro de ideologías como las que defiende el partido político de Vox.
Cada persona es libre de tener un posicionamiento político, pero siempre y cuando no ataque la libertad, los derechos o la dignidad de otras personas, el libre posicionamiento no justifica en ningún caso la violencia. Pues ya no se trata, en este caso, de actitudes sociales de marginación a x colectivos vulnerables, sino que se ha ejercido violencia directa sobre ellos, algo que los poderes políticos, sean de la ideología que sean, no deberían permitir bajo ningún concepto.
Una noticia grave, pero sin repercusión mediática ni política. La granada lanzada en el centro de Hortaleza es un delito de odio, de ocio hacia menores. Tal y como establece Santiago Alba, aparentemente puede parecer que no es tan importante, sin embargo, va más allá del acto en sí, va en la interiorización de un discurso político que hace apología del odio, de la discriminación y del racismo, entre otras cuestiones. Y dicha interiorización no se encuentra únicamente en las personas que cometen el acto, sino también en los medios de comunicación y en la propia esfera política.
Por un lado, para los medios de comunicación no ha sido un hecho relevante. Los minutos dedicados en los telediarios, como ya han apuntado algunas de mis compañeras, han sido más bien escasos. Si no visibilizamos una situación suceden dos cosas: la situación no existe y es ignorada por gran parte de la población y la situación se normaliza, no se detecta como algo alarmante de lo que los medios de comunicación deban hacerse eco.
Por otro lado, no hay una respuesta política. No se están condenando este tipo de actos, no se está hablando de Derechos Humanos ni de los Derechos de los Niños. La política ha cambiado, dice el autor. Y de acuerdo con él, el contexto político ha cambiado tras las elecciones del 10N, ahora en un Estado declarado en su texto constitucional como social, democrático y de derecho, nos planteamos cómo ha sido posible que un partido que atenta contra los principios y valores democrático llegue a tener tanta representación.
Así pues, en este contexto una granada lanzada a un centro de menores, no solo es una granada. Es un discurso que legitima el poder de unas personas sobre otras, la desigualdad en el reconocimiento de los derechos, la discriminación. Y es una sociedad que por el momento no rompe su silencio, que como expresa el autor, se encuentra lejos de la tolerancia, la solidaridad, o el antirracismo que se vislumbraba en otros momentos.
Estic totalment d’acord amb el què diu la notícia: des de que VOX ha entrat al govern, als seus votants ja no els fa vergonya reconèixer que són masclistes o racistes, per exemple. De fet, se’n orgulleixen de ser-ho. És un partit polític que sembra odi, prejudicis i fomenta accions violentes. Des de el meu punt de vista, penso que una part dels votants dóna molta importància a la “unitat d’Espanya” i a la estima del país, sense tenir en compte que és un partit polític intolerant i feixista.
Em sembla inhumà que aquests nens/es que vénen des de lluny, arribin a Espanya (en teoria un lloc segur i ple de oportunitats) i es trobin amb les portes tancades i, a més, amb accions violentes contra ells. Em sembla increïble que en ple segle XXI ocorrin aquests tipus de fets.
Cadascú té els seus pensaments i la seva ideologia, però això mai hauria de violar ni els drets ni la llibertat de l’altre.
Con relación a la noticia que se nos presenta en este caso y a las consecuencias y situaciones que sucedieron antes y después de ataque al centro de menores, cabe resaltar algunas de ellas.
No es casualidad que Santiago Abascal, líder de VOX, mencionara dicho centro de menores un mes antes del ataque, cuando en dicho centro ya se habían visto pintadas de «Viva España» en octubre.
No es casualidad que entre la mención de Abascal y el ataque, se produjera una manifestación nazi frente al centro.
No es casualidad que el mismo líder acusara al PSOE de colocar ellos mismo la granada que explotó en el centro y junto al PP, fueran los únicos partidos que no condenaran dicho ataque.
No es casualidad que semanas después del ataque, la policía detuviera a un militante ultraderechista con un montón de armas (entre ellas granadas) en su casa.
Todo esto es por si no lo habías escuchado en televisión o lo habías leído en la prensa, seguro que se les ha pasado.
Ha llegado un punto en el que ya no se les debe tomar a risa, esto va muy en serio. Ya no son unos cuantos idos de la cabeza que dicen tonterías, ahora son millones de personas. Gente que te puedes cruzar por la calle y pensar que jamás serían capaces de tener una ideología así.
Ya es hora de luchar contra ellos y llamarles por lo que son, fascistas, y reconocidos fascistas
Tras el lanzamiento de la granada al centro de menores de Hortaleza queda ya al descubierto si no lo estaba anteriormente, que el fascismo, el racismo y la xenofobia vuelven a florecer en España y la gente lejos de ocultarlo como hacía años atrás se enorgullece de ello, esto se debe en gran parte a que ahora tienen el apoyo en los estamentos políticos de una nueva fuerza de ultraderecha llamada Vox, lo que veíamos que estaba ocurriendo en muchos países de Europa ha llegado a España y no hemos sabido ponerle remedio hasta ahora, la ultraderecha se instaura como fuerza política importante en muchos países europeos. Y lo que generan estos partidos es una división en la sociedad y unas maneras de pensar y actuar que nos alejan de ser una sociedad igualitaria. Fomentar el odio aunque ciertas televisiones y ciertos grupos quieran blanquearlo es algo muy grave, que puede acabar propiciando enfrentamientos entre los ciudadanos que piensan distinto a ellos o incluso peor, puede acabar como en este caso en un ataque ( que por suerte esta vez se quedó en intento) a personas o grupos de personas extranjeras como es el caso de la granada que se lanzó al centro de menores de Hortaleza, donde la gran mayoría son menores extranjeros no acompañados.
Como podemos leer en este artículo en la política española está habiendo un gran auge de la ultraderecha, apareciendo VOX como tercera fuerza política en el parlamento.
Más de 3.000.000 de personas han votado a un partido que defiende sin pelos en la lengua el machismo, el racismo, la xenofobia y la LGTBfobia. Tenemos que dar gracias como futuras educadoras sociales a que haya salido adelante un gobierno de coalición de izquierda, porque vistas las acciones que han hecho y los programas que tienen partidos como VOX, si llegan a gobernar tendríamos que habernos mudado para encontrar trabajo en el ámbito social.
Como conclusión, tenemos que luchar por una España preocupada, por un país en el que no se tolere algo tan básico como lanzar una granada a un centro de menores, un Estado solidario y abierto no discriminatorio.
Como sabemos, el auge de un partido como es el caso de Vox, supone la creación de un conflicto ideológico que probablemente en tiempos pasados quedaba remitido a una minoría pero que ahora representa un porcentaje importante de la población. Además, podemos observar como los líderes de dicho partido concretamente, dicen comentarios que machistas, racistas etc, los cuáles atentan hacia los derechos humanos de los individuos.
En este articulo se muestra una noticia que afortunadamente se ha quedado en lo que es, un susto. Sin embargo, no se deben obviar este tipo de actitudes ni dejarlo pasar ya que se trata de un arma que puede atentar a la integridad de personas inocentes, que en ninguna situación merecen ser tratadas de esa forma.
Desde la educación social se debe trabajar por conseguir una justicia donde actos despreciables como estos no sigan sucediendo y todas las personas sean respetadas. Además, es importante fomentar que exista respeto a la hora de dirigirse a los diversos colectivos.